EL BAMBÚ
Es una caña larga y estilizada que crece en zonas húmedas y calurosas.
Si sembramos una semilla de bambú, tenemos que armarnos de paciencia hasta que veamos el primer brote. Profundiza sus raíces durante 7 años. Cuando está preparado, su brote asoma a la superficie y en un solo mes, su tallo alcanza hasta tres metros. Es decir, una vez está listo, su crecimiento es vertiginoso.
En la franja de años transcurridos entre la siembra y el nacimiento del brote, la semilla del bambú echa raíces. Prepara sus bases y asegura la firmeza que tendrá durante la madurez. Está preparado para lo que vendrá; sea “bueno” o sea “malo”.
Se convierte en una caña poderosa, de más de treinta y dos metros de altura, .Son tan fuertes que afirman el mismo terreno donde se arraiga.
Es tan fuerte que la utilizamos para construir muebles, casas, y hasta puentes.
Es capaz de resistirlo todo, si hay tormentas y vientos huracanados, se dobla, jamás se quiebra.
Se la puede cortar una y otra vez y al final siempre llega a lo más alto
Algunas culturas lo ven como un talismán; sin embargo, sus poderes son tan evidentes que no es necesario considerarlos dones sobrenaturales. Es, más bien, un reflejo de fortaleza, vitalidad, paciencia, constancia, perseverancia y, sobre todo, grandeza.
¿Más claro? Echale agua.